LA FRASE DEL DIA

LA FRASE DEL DÍA:

Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue.
Heráclito de Éfeso




lunes, 1 de febrero de 2010

Carnaval, carnaval

Si os digo que las cosas han cambiado desde que éramos pequeños pensaréis que no os estoy descubriendo nada nuevo. Y tenéis razón. Pero es que han cambiado hasta en las cosas más absurdas. Me explico.

Que hablemos de internet, de los móviles, de los ordenadores, las videoconsolas (que son de nuestra generación, ¿eh?), de las teles de plasma o de los TDT y de lo imprescindibles que se han vuelto para nuestras vidas (para algunas más que para otras), pues no tiene mucho sentido. No me refiero a estos avances tecnológicos.

Estoy hablando de cosas más, no sé, cotidianas. Por ejemplo, los disfraces (que ahora los tengo cerca…). Cuando éramos pequeños siempre había un tío o abuela que, para reyes, nos regalaba un disfraz. Y si pongo una lista de, digamos diez, seguro que coincidimos en dos o tres que todos hemos tenido: torero, futbolista, mosquetero, Daniel Boone, pirata, payaso… Además, tampoco había mucho donde elegir. ¿Cuántos de estos tuviste? Seguro que más de uno.

Y aquí es donde quería llegar. A los organizadores de fiestas escolares o eventos municipales (fiestas de carnaval y demás) se les “ha ido la pinza” definitivamente. Ahora se les ocurre disfrazar a los niños (en Madrid, oiga) de baturros o pamplonicas para la fiesta del día de los abuelos. ¿Qué van a representar? ¿Van a hacer un encierro en el salón de actos del colegio? O los que quieren disfrazar a una clase de guardería de pintores, pero que no vayan iguales… ¡Pues tú me dirás! Como no les cambiemos la paleta de color. Y ¿de qué va la función? Es que no entiendo nada.

Y eso sin hablar de los que vienen buscando disfraces para ellos mismos. ¿Tienes un disfraz de punky? ¡Un disfraz de punky! Pero vamos a ver. Busca una camiseta rota, desteñida, las botas de la mili y te pintas el pelo de verde.

1 comentario:

  1. Es que Madrid está lleno de abuelos de todas partes. O de gente que tiene abuelos de todas partes. Aquí, en Córdoba, a mi hija, eso sí, no hay quien le ponga el traje de faralaes. Sólo quiere los de Batman, Spiderman y Lobezno.
    En fin... no seré yo quien le reproche los gustos...

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