
Las nuevas tecnologías. Internet, ordenadores potentes, todo al alcance de la mano.
Buscaba el otro día alguna cita de Santiago Posteguillo (autor, entre otros, de "Las legiones malditas" que, si no habéis leído, os recomiendo encarecidamente) y encontré una web donde podías descargar sus libros en formato pdf. Tampoco será difícil que os sepáis de memoria alguna web donde os podáis descargar música, películas y todo lo que se os ocurra.
Pues qué queréis que os diga, a mí me da mucha pena. No voy a entrar a valorar lo lícito o no de tales acciones (que hable la ley). Pero se está perdiendo mucho más que dinero con todo esto. El momento casi mágico de abrir un libro por primera vez y aspirar ese aroma tan particular. O abrir un paquete de regalo y encontrar ese disco o cedé por el que bebes los vientos. O ver el libreto de fotos y curiosidades de esa película que ya has visto unas veinte veces y esperas verla, al menos, otras veinte.
Tantas cosas perdidas se me ocurren... Además, ¡qué leche!, ahora hay que "currarse" mucho más los regalos (con lo bien que quedabas regalando un disco...).Soy un nostálgico, ¿no? Me estaré haciendo mayor.
evidentemente alguien que no reconoce que Raul ha sido mejor que Butragueño es un nostálgico... Alucino que alguien que tiene un ciber, blog, etc., tenga esa nostalgia del libro impreso, cedé, no se, le pega más a alguien como yo que tengo que escribir como anónimo porque no se ponerme un nombre y podría enumerar una larga lista de cosas que me desbordan bastante más que leer algo en una pantalla...
ResponderEliminar¡Regala un disco duro externo!
ResponderEliminarAunque como decía alguien (bueno, no era exactamente así), no hay que subestimar el ancho de banda de una furgoneta llena de libros.